viernes, 26 de febrero de 2016

INMINENTE RECONOCIMIENTO DE ROMA A LA FSSPX


“NO MORIRÉIS” Génesis 3, 4

  





MONS. DE GALARRETA: “CREO QUE EL PAPA IRÁ EN EL SENTIDO DE UN RECONOCIMIENTO UNILATERAL”.

DICI [Nuestros comentarios en color rojo]

26-02-2016  

Mons. Alfonso de Galarreta dio una conferencia en Bailly, cerca de Versalles, el 17 de enero de 2016. Expuso la situación actual de la Iglesia e informó a sus auditores del estado actual de las relaciones entre Roma y la FSSPX. Él dirigió la comisión de teólogos de la FSSPX durante las conversaciones doctrinales con Roma, entre 2009 y 2011. He aquí los extractos más significativos de su conferencia, transcritos por DICI.

Una agravación de la crisis de la fe que suscita reacciones públicas

En una primera parte, Mons. de Galarreta constata que en Roma se desarrolla “una voluntad de sacar todas las conclusiones contenidas en los principios del concilio Vaticano II”. Las ideas conciliares del ecumenismo, de la libertad religiosa y de la colegialidad, estando ya adquiridas, según las autoridades romanas, es la moral que ahora está atacada por una forma de evolucionismo: “Esto ya es verdadero para el dogma, para la verdad (según los progresistas); esto ya es verdadero para el ecumenismo, la libertad religiosa, la colegialidad, todo el espíritu liberal revolucionario… entonces ¿por qué no para la moral también? En el fondo, era una incoherencia no aplicar la evolución a la moral igualmente”, esta última es llevada entonces a adaptarse también “en función de la vida del hombre, las costumbres, las leyes, la evolución de las cosas…”.

Sin embargo, el prelado argentino reconoce que, frente a este desastre, una reacción se manifiesta: “Ahora es en la Iglesia actual, oficial, que empieza a haber reacciones. Y las reacciones se profundizan, pues algunos se dan cuenta que por lo menos hay un problema doctrinal, un problema de fe. Ellos se dan cuenta que también hay un problema en el magisterio conciliar y posconciliar. Ellos comienzan a plantearse preguntas y, aspecto muy importante, ellos comprenden que para oponerse a esta ruptura total con la Tradición es necesario actuar, y oponerse necesariamente a las autoridades que son quienes difunden estos errores. Es así que vemos cardenales, obispos, sacerdotes, laicos que comienzan a reaccionar, y en el buen sentido e incluso con mucho sentido común, algunas veces con mucha firmeza”. [Los famosos “brotes primaverales” de Mons. Fellay... Pero la verdad es que la destrucción de la Iglesia no se detiene ni se frena, sino que sucede todo lo contrario]

Una doble proposición romana: doctrinal y canónica

Enseguida Mons. de Galarreta indica que una proposición de prelatura personal [que la proposición hable de una prelatura personal, es un dato que no se sabía] fue hecha por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en verano de 2015, acompañada de una proposición de declaración doctrinal [idem]. E hizo saber que el “Superior general envió los dos textos romanos a todos los superiores mayores y a algunos teólogos de la Fraternidad, así como a los obispos, para que se hiciera un análisis, para que diéramos nuestra opinión”.


Respecto a la proposición de declaración doctrinal, el obispo argentino reconoce: “lo que vemos en la declaración doctrinal, es que ya no está la profesión de fe del cardenal Ratzinger. Las autoridades romanas nos piden la profesión de fe de Pio IV, es decir, la profesión de Fe del concilio de Trento. Luego, en la precedente proposición, había un párrafo sobre la libertad religiosa. Suprimieron esta exigencia. El ecumenismo se suprimió. Para la misa nos pedían reconocer la validez y la legitimidad. Ahora nos piden reconocer la validez de los nuevos sacramentos, de la nueva misa, según la edición típica, la edición latina original. Lo que la Fraternidad siempre ha reconocido. Miren, ellos eliminan las condiciones para tratar de llegar”. [Es falso que la FSSPX siempre haya reconocido la validez de los nuevos sacramentos (1)]

Luego, Mons. de Galarreta indica que el Superior general ha querido responder a la oferta romana de reconocer a la Fraternidad “tal cual es”, por una respuesta previa que no es imprecisa: “Mons. Fellay nos dijo: “antes de responder a esta proposición de la Congregación de la Fe, les voy a escribir, de manera muy exhaustiva, para precisar bien cómo somos nosotros y cómo actuamos, qué predicamos, qué hacemos, qué no hacemos, y lo que no estamos dispuestos a hacer”, -con el fin de saber si la Fraternidad es aceptada “tal cual es” verdaderamente[La verdad es que la FSSPX de hoy no es lo que fue. La verdad es que se va extinguiendo en ella progresivamente el espíritu de Mons. Lefebvre, de tal modo que, a estas alturas, la Neo-FSSPX no representa un peligro real para Roma porque la Fraternidad es cada vez más cobarde y “políticamente correcta”. La prueba irrefutable de ello está en el constante silencio traidor de Mons. Fellay respecto del Papa Francisco, gran demoledor de la fe y de la Iglesia.]

El prelado argentino expresa entonces sus reservas por una razón doctrinal de fondo: “Ellos quieren sobre todo y siempre hacernos aceptar, por lo menos vagamente, al menos en principio, el concilio Vaticano II y sus errores”. Y agrega que esta voluntad romana se reencuentra, en el plan práctico, en la proposición canónica: “Siempre hay, de una manera o de otra, una sumisión respecto a los dicasterios romanos, o respecto a los obispos”. Lo que lo lleva a afirmar que, personalmente, él rechazaría las proposiciones romanas: “Para mí, un acuerdo con la Roma actual está excluido”. [Entiéndase bien: acá dice que no aceptaría un “acuerdo” bilateral, pero más adelante dice que un “reconocimiento” unilateral no se puede rechazar]. Precisa que se trata de un rechazo prudencial dictado por las circunstancias -en la ausencia de garantías necesarias a la vida de la Fraternidad-, y se quiere distinguir de aquellos que hacen de este rechazo un absoluto:


“Nosotros no rechazamos, ustedes lo ven, de manera absoluta y teórica la posibilidad de un acuerdo con Roma. Esto es lo que nos distingue de la “Resistencia”. Para ellos es un principio. Es una cuestión doctrinal: “Usted no puede admitir la posibilidad de un acuerdo con Roma sin ser liberal”. [Pues ese era el principio expresado por el capítulo general del 2006: no puede haber acuerdo con Roma mientras ella permanezca liberal] Esta no es nuestra posición. Hay que decirlo de nuevo: esa no era la posición de Mons. Lefebvre. Él firmó un protocolo de acuerdo con Roma. Y en ese momento, incluso cuando rompió después el protocolo, Monseñor dijo: “es porque no hay las condiciones necesarias para nuestra supervivencia, para nuestra protección. Porque ellos quieren engañarnos, porque ellos no quieren darnos la Tradición, porque ellos quieren llevarnos al Vaticano II. Es porque no hay las condiciones. Él dijo: “Si me hubieran dado las condiciones, las condiciones que puse, hubiera firmado”. Esto lo dijo Mons. Lefebvre después de las consagraciones. Y precisó: “si firmé un protocolo de acuerdo, es porque no había nada contrario a la fe”. Ni en el contenido, ni en el hecho de firmar. Es evidente. Por lo tanto nosotros continuamos en esta línea”. [En cuanto a las relaciones con Roma, la última voluntad de Mons. Lefebvre está en el libro que es su testamento espiritual: "Itinerario Espiritual". En él dice clara, categórica e inequívocamente: "Todo sacerdote que quiere permanecer católico tiene el estricto deber de separarse de esta Iglesia conciliar, mientras ella no recupere la tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica."]

¿Hacia un reconocimiento unilateral de la Fraternidad?

En una segunda parte, y más allá de las proposiciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. de Galarreta confía públicamente que piensa que el papa puede próximamente conferir un estatus a la FSSPX:

“Yo pienso más bien, y este es el otro aspecto de las cosas, que este papa que dice a quien quiere escucharlo que nosotros somos católicos, que dice y repite que la Fraternidad es católica, que somos católicos, que nunca nos va a condenar y que es necesario arreglar nuestro “asunto”. Yo pienso que -él ha comenzado en esta vía- cuando él vea que no hay entendimiento con la Congregación de la Fe, yo creo que él va a anular toda condición doctrinal, teórica, práctica, o lo que sea… Él mismo hará pasos en el sentido de un reconocimiento de la Fraternidad. Ya ha comenzado, simplemente él va a continuar. Aquí yo no digo que yo lo desee, yo digo lo que preveo. Yo preveo, yo pienso que el papa irá en el sentido de un reconocimiento unilateral de la Fraternidad, y más bien por la vía de los hechos que por una vía de derecho o legal, canónico”.

Mons. de Galarreta reconoce que “este reconocimiento de hecho tendrá un efecto bueno, benéfico: es una apertura apostólica bastante extraordinaria, esto tendrá un efecto extraordinario”. [Efecto tan extraordinario como el de la apertura al mundo, del Vaticano II. Aceptar someterse a los herejes liberales y modernistas que gobiernan hoy la Iglesia no es otra cosa que un suicidio. Según datos del Anuario Pontificio de 2015, hay 5.173 obispos en la Iglesia, contra 3 de la FSSPX (0.05%); hay 415.348 sacerdotes contra unos 600 de la FSSPX (0.1%); y hay 1254 millones de católicos, de los cuales la FSSPX no aporta más de 20.000 (0.001%). ¿Cómo alguien en su sano juicio puede pensar que la FSSPX podrá resistir a esa aplastante mayoría de liberales? Eso es loca y suicida temeridad] Pero agrega que habría dos riesgos: el de crear una división interna y el de condicionar la predicación en ciertas circunstancias. [¿Riesgo? Todos saben que antes del reconocimiento, desde el mismo año 2012, en muchos Prioratos no se critica más al Papa ni al Vaticano II. ¿Qué se puede esperar para después del reconocimiento? En cuanto a la división interna: ella existe desde el 2012 y sólo puede empeorar con el reconocimiento] Y de interrogarse: “Será necesaria una sabiduría, una prudencia extraordinaria, una firmeza, una claridad muy grande. ¿Somos capaces de eso?”[Esa sabiduría, esa prudencia extraordinaria, esa firmeza y esa claridad muy grande, están en las olvidadas palabras de Mons. Lefebvre: "Todo sacerdote que quiere permanecer católico tiene el estricto deber de separarse de esta Iglesia conciliar, mientras ella no recupere la tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica."]

El prelado argentino responde pidiendo conservar una confianza sobrenatural frente a estas eventualidades: “Si la Providencia nos envía esto, es allí que tendremos las gracias necesarias para superar las dificultades y para lidiarlas como se necesite, pero por supuesto en la medida en que no sea producida por nuestra voluntad, donde se nos imponga[Notemos la falacia: la Providencia divina envía un reconocimiento. Luego, ese reconocimiento que viene de Dios, no del demonio, nos obliga a someternos a Roma, y Dios nos ayudará en esa situación impuesta, no voluntaria] Si tenemos las ideas claras, siempre podemos aprovechar para el bien. Pero en este caso hipotético -yo les doy mi opinión sobre conjeturas, ¿verdad?- en este caso pienso que tendremos las gracias necesarias para perseverar y para hacer el bien que debemos hacer en la Santa Iglesia. [Grandísima presunción. La FSSPX, tentando a Dios, se lanza del pináculo del templo esperando que los ángeles la sostengan pues está escrito que te ha encomendado a sus ángeles, los cuales te tomarán en sus manos para que tu pie no tropiece en alguna piedra.] El Buen Dios jamás nos renegará, no dejará de darnos los medios para perseverar en la fe y en el verdadero combate, si permanecemos siempre en la fe, en la esperanza, en la caridad, en la fuerza de la confesión de la fe, en la santificación cotidiana”. [Dios no ayuda a los que lo traicionan. Dom Rifán también decía que Roma efectuaba un puro “reconocimiento” y que no existía ningún “acuerdo”, y que el Vaticano daba todo y no pedía nada. Los Sacerdotes de Campos se rindieron en masa. Ni uno sólo queda en el combate contra el liberalismo; ni siquiera uno (2)]

El miedo a los riesgos y la confianza en la Providencia divina

Y concluye después de haber planteado una objeción: “Entonces ustedes me dirán: “¡en este caso, hay un riesgo!” Sí, por supuesto. En la vida hay muchos riesgos, en una guerra todavía más. Estamos en guerra[La finalidad de la guerra es someter al adversario. Si se acepta someterse a Roma sólo porque ella decreta un “reconocimiento unilateral”, la guerra se pierde en ese mismo instante. Tal sometimiento es rendición y suicidio] Por lo tanto será lo que el Buen Dios quiera. Pero yo tengo confianza en la Providencia, y tengo una confianza total en el amor de Nuestro Señor Jesucristo por la Santa Iglesia[El amor de Cristo por la Iglesia está fuera de todo cuestionamiento. No se trata de eso; se trata de que la FSSPX no goza de las promesas de indefectibilidad de las que sí goza la Iglesia. La FSSPX puede ser destruida; la Iglesia no] Entonces en la medida que nosotros no lo busquemos, incluso si esto sucede, yo creo que no hay que inquietarse[No moriréis.” Génesis 3, 4] Nada cambia. Es el mismo combate que continúa, la misma línea. Simplemente, se trata de aprovechar estos espacios de la libertad que nos son dejados. En una guerra si el enemigo abandona las trincheras, hay que tomarlas; si se retira, hay que avanzar. Usted no se quedará donde está bajo pretexto de que hay riesgos[¡Vean cómo retrocede Francisco y cómo avanzan los anti liberales en la Iglesia!] Hay que decir las cosas prudentemente, y después es necesario el valor[¿Es prudente y valeroso el que se somete al enemigo?] Y sobre todo en nosotros es necesaria la confianza en Dios[Una cosa es la confianza y otra es la presunción] Es el combate por Dios. Es el combate de Dios. [¿Cómo tiene el descaro de hablar de “combate” si está dispuesto a obedecer a los enemigos internos de Cristo y de su Iglesia?] Nuestra confianza está en Él y en la Santísima Virgen María”.

“Personalmente yo no estoy inquieto en lo absoluto respecto al futuro de la Fraternidad o de la Tradición [“No moriréis”]; por el contrario, respecto al futuro de la sociedad, de nuestras naciones antaño católicas o incluso de la Iglesia oficial, sí, yo estoy inquieto y pesimista. Se prevé que esto evolucionará para peor. Ahora bien, es justamente cuando llegamos a una situación mucho más desesperada, extrema, que está la intervención de la Divina Providencia, la intervención de Dios que tiene sus medios divinos[El reconocimiento de Francisco, gran destructor de la Iglesia y el Papa más escándaloso de toda la historia ¡es una intervención divina!] Nuestro Señor es siempre el amo de los acontecimientos, de la historia. Y no solamente en general, sino en lo particular. Por lo tanto, si el Evangelio nos dice que no hay un solo cabello de nuestra cabeza que caiga… que todos los cabellos de nuestra cabeza están contados, que no hay ni una pluma que caiga sin el permiso de Dios (cf. Mat 10, 29-30), creo que hay que permanecer muy tranquilos[“No moriréis”Es así que conservamos un juicio equitativo sobre las realidades objetivas, y que se conserva una actitud no solamente equilibrada, sino católica, cristiana y santa. Esta es la sabiduría que nos transmitió Mons. Lefebvre, esta actitud católica. Nosotros podemos conservar ahora esta línea en la situación actual de la Santa Iglesia, así como ante todas las eventualidades que se presentarán dentro de poco”.

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"Todo sacerdote que quiere permanecer católico tiene el estricto deber de separarse de esta Iglesia conciliar, mientras ella no recupere la tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica". Mons. Lefebvre en "Itinerario Espiritual".

(1)    “puede presumirse que estas misas son de validez dudosa”. “Breviario sobre la FSSPX”, publicado en el sitio oficial español de la FSSPX: http://tradicioncatolica.es/fsspx/breviario-sobre-la-hermandad-de-san-pio-x-fsspx/ También hay dudas sobre la validez de otros Sacramentos.
(2)    Algunos Sacerdotes "redactaron una declaración, en la que afirmaron su determinación de continuar la lucha contra el liberalismo, el modernismo y el progresismo que inspiró el Vaticano II. El Cardenal Hoyos, después de leer la declaración, hizo la siguiente reflexión que uno de los sacerdotes de Campos me dijo: "Sí, eso es lo que acordamos. Pero no hace falta decir todo esto. Simplemente indicando que es permitida la crítica constructiva conforme al Código de Derecho Canónico". "Después de eso, dijo el sacerdote mismo, nuestra lucha ha terminado". Sea por miedo de contristar al Papa o al Cardenal Hoyos, ya sea por falta de convicción o por una fe inconmovible, o el miedo a Don Rifan, o por cualquier otra razón, lo cierto es que Campos se hizo semejante a un perro mudo. El modernista Roma no tiene nada que temer de estos sacerdotes, a pesar de que ellos han sido formados en la escuela de uno de los obispos más importantes del siglo XX, que se opusieron firmemente a los errores modernos. ¿Cómo se explica esto? Sin querer penetrar en lo profundo de los corazones e ir más allá de lo que los hechos revelan, creo, sin duda, que el contacto con las autoridades que no profesan la integridad de la fe católica sólo puede conducir poco a poco, a los que se someten a compartir sus ideas y su forma de ser. El Arzobispo Lefebvre había advertido lo suficiente a Dom Gerard. En Roma no haces lo que quieres, sino lo que quiere Roma. Dom Gerard no lo tuvo en cuenta; Dom Fernando, aún menos." Monseñor Fernando Areas Rifán, por Dom Tomás de Aquino. http://nonpossumus-vcr.blogspot.mx/2012/12/monsenor-fernando-areas-rifan-por-dom.html