miércoles, 18 de marzo de 2015

ENTREVISTA EXCLUSIVA AL R.P. FAURE






NON POSSUMUS


Un poco de historia para empezar, Padre: ¿cómo conoció la Tradición y a Monseñor Lefebvre?

En 1968, estando en Argentina, visité al Arzobispo de Paraná, quien me dijo: “¿quieres defender la Tradición? En el concilio la defendí junto a un Obispo valiente, amigo mío, Mons. Marcel Lefebvre”. Fue la primera vez que escuché hablar de Mons. Lefebvre. Fui en busca de Mons. Lefebvre a Suiza en 1972, para la Semana Santa y ahí lo conocí.

¿Dónde nació? ¿Por qué estaba usted viviendo en Sudamérica?

Nací en Argelia y mi familia, después de la independencia, adquirió un campo en Argentina, cerca de Paraná. Mi familia fue expulsada de Argelia porque el gobierno francés entregó el poder a los combatientes musulmanes que realizaron masacres espantosas en el curso del proceso de independencia. Mis abuelos, padres y tíos eran agricultores allá desde 1830.

Siguiendo con la historia, ¿cómo desarrolló su apostolado en la FSSPX?

Me ordenó Mons. Lefebvre en 1977, en Econe, y a los 15 días lo acompañé en una gira por el Sur de EE.UU., México (donde el Gobierno nos impidió la entrada), Colombia, Chile y Argentina. Monseñor me encargó empezar el apostolado en esa región. El primer año me ayudaron dos sacerdotes argentinos y, el año siguiente, otro español (de la FSSPX). Se creó, en seguida, el Distrito de América del Sur, a mi cargo, y empecé a predicar retiros hasta México. Hubo, el primer año, como 12 vocaciones que se instalaron en el Priorato de Buenos Aires, que estaba en una casa bastante grande. En seguida, por 1980, se construyó el seminario de La Reja (Buenos Aires), del cual Mons. Lefebvre me nombró director.  Ahí me quedé hasta 1985, cuando me nombraron superior del Distrito de México. Entonces se construyeron las iglesias de la capital y de Guadalajara. Atendía con los Padres Calderón, Anglés y Tam, los distintos lugares de ese país. Luego estuve unos pocos años en Francia. Posteriormente fui nombrado en el seminario de Argentina como profesor de historia y ahí estuve hasta la expulsión de Mons. Williamson de la Argentina (2009).

¿Confiaba Mons. Lefebvre en usted?

Monseñor me dio libre acceso a su correspondencia y me encargó ciertos expedientes. Me tenía cierta confianza: en 1977 me preguntó, en Albano, qué opinaba sobre las consagraciones. En otra oportunidad, en 1977 también, me confidenció: “ellos me están esperando” (el director de Econe y los profesores). Ellos sugerían aceptar la Misa Nueva y el concilio para conservar la Misa Tridentina. Decían, le decían: “ahora estamos confrontados con Roma. Si queremos conservar la Misa (Tridentina) debemos aceptar el concilio”. Pretendían que Monseñor se jubilara en una hermosa casa en Alemania, pero él les respondió que eran libres de irse si lo deseaban. Los echó.

¿Es efectivo que Mons. Lefebvre le pidió a usted que aceptara ser consagrado?

En 1986, estando de visita en Econe, me tomó aparte luego de una comida y me preguntó si yo aceptaría ser consagrado Obispo. Conociendo lo que siguió, tal vez debí aceptar.

¿Entonces usted no aceptó?

Le dije que me parecía que Mons. de Galarreta sería más indicado.

¿Puede sintetizar lo sucedido en el 2012?

Ese año estuvimos a muy pocos pasos del acuerdo y fracasó a último momento, probablemente, por el asunto Williamson. El acuerdo fracasó por ese asunto y por la carta de los 3 Obispos. Ambas cosas hicieron fracasar el acuerdo.

Se dice que la clave de la estrategia ad intra de Monseñor Fellay, está en tener el respaldo del Capítulo General. ¿Puede decirnos algo sobre eso?

El capítulo general fue muy bien preparado por Mons. Fellay y ellos (los acuerdistas) lograron sus objetivos. Ahí entendí lo que le pasó a Monseñor Lefebvre y a sus amigos en el concilio Vaticano II. Él (Mons. Fellay) había tomado la decisión de una política de aproximación a Roma y se las arregló para tener el apoyo general del capítulo expulsando a Mons. Williamson, que era el único capaz de obstaculizar esa política.

¿Cuáles, a su juicio, deben ser las condiciones requeridas para hacer un acuerdo con Roma?

Mons. Lefebvre nos dijo que mientras no haya un cambio radical en Roma, un acuerdo es imposible, porque esas personas no son leales, y uno no puede pretender transformar a los superiores. Es el gato el que come al ratón y no el ratón el que come al gato. Un acuerdo equivaldría a entregarse en manos de los modernistas, por consiguiente, se debe rechazar absolutamente. Es imposible. Hay que esperar que Dios intervenga.

¿Puede decirnos lo que piensa de las visitas de evaluación de diversos prelados modernistas a los Seminarios de la Fraternidad? Es verdad que alguna vez Mons. Lefebvre recibió algunos prelados. ¿Cuál es la diferencia ahora?

Se trataba de visitas excepcionales en las cuales el Card. Gagnon nunca tuvo la posibilidad de defender el concilio, mientras que ahora se trata de los primeros pasos en la reintegración (de la FSSPX) a la iglesia conciliar.

¿Qué opina de un eventual reconocimiento unilateral por parte de Roma a la FSSPX?

Es una trampa.

Entre el capítulo del 2006 y la crisis iniciada el 2012, se observa un cambio de actitud de las autoridades de la FSSPX respecto de Roma. ¿A qué se debe ese cambio?

A la decisión de los superiores de reintegrase a la iglesia conciliar. Desde 1994 o 1995 se realizaron los contactos del GREC, que fueron pasos significativos hacia la reconciliación, como lo había previsto el embajador Pérol (representante de Francia en Italia), que es el inventor del levantamiento de las excomuniones (2009) y del Motu Proprio (2007). Eso debía tener como contrapartida el reconocimiento del concilio.

¿Qué haría Mons. Lefebvre en la situación actual?

Seguiría en la línea que nos indicó después de las consagraciones, descartando absolutamente la eventualidad de un acuerdo.

Si en el futuro usted fuera invitado a ir a Roma a conversar con el Papa, ¿iría?, ¿qué le diría?

En primer lugar, consultaría a todos nuestros amigos de la Resistencia. Iría con Mons. Williamson y otros excelentes sacerdotes que llevan el combate de la Resistencia con mucho valor. Y mantendría informados a todos nuestros amigos, con toda transparencia.

Mons. Fellay ha dicho que la FSSPX está de acuerdo con el 95% del concilio Vaticano II. ¿Qué opina de eso?

Mons. Lefebvre contestó que todo el concilio está invadido de un espíritu subjetivista que no católico.


Francisco, siendo un eficaz demoledor de la Iglesia y destructor objetivo de la fe, ¿es verdadero Papa?

En mi opinión, no se puede decir que Francisco es peor que Pablo VI, que fue quien puso a la Iglesia en otra vía; y entonces debemos conservar la actitud que fue la de Mons. Lefebvre, actitud prudencial que excluye el sedevacantismo. Mons. Lefebvre siempre se rehusó a ordenar un seminarista que fuera sedevacantista. Y esa fue la política de la FSSPX hasta la muerte de él. Así que no nos vengan con que Monseñor dijo esto o lo otro.

¿Cuál es el estado de su proceso de expulsión de la FSSPX?

Las últimas noticias fueron que encontré, en el correo-e, por casualidad, una segunda monición. Desde mañana, entonces, la FSSPX tendrá cuatro Obispos nuevamente. ¡Deben echarme rápidamente!, ¡Deo gratias!

Esta decisión de consagrarlo obispo debe haber sido muy sopesada y meditada durante mucho tiempo. Al igual que Mons. Lefebvre, usted, Mons. Williamson y los sacerdotes de la Resistencia no han querido ser colaboradores de la destrucción de la Iglesia. Es por conservar la fe intacta que han sido perseguidos, condenados y calumniados muchas veces. Su consagración episcopal le podrá acarrear una pretendida excomunión. ¿Cuáles fueron las razones principales para llevar a cabo esta consagración?

La razón principal es que no podemos dejar la Resistencia sin Obispos. Como lo dijo Mons. Lefebvre, son indispensables Obispos católicos para la conservación de la verdadera doctrina de la fe y los sacramentos.

Mons. Lefebvre pensó en usted para ser consagrado Obispo y ahora Mons. Williamson ha podido cumplir ese deseo. ¿Cuál será su principal preocupación?

Esforzarme en mantener la obra de Mons. Lefebvre en el camino que él había trazado, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda.

¿Cuál será su lugar de residencia?

Francia, donde hemos previsto abrir un seminario cerca de los Dominicos de Avrillé.

¿Le gustaría decir algunas palabras a los sacerdotes y fieles, que aún están bajo la estructura de la Fraternidad, pero que están inquietos debido a la deriva liberal de ella en los últimos años?

Que vuelvan a leer y a meditar los textos de su fundador.

¿Nos puede explicar lo esencial de su escudo?

En el centro está el Cordero del Apocalipsis, el Alfa y Omega, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, anunciado por Isaías. Los corazones recuerdan La Vendée mártir de la Revolución y la flor de lis es emblema de la Francia católica. El lema, ipsa cónteret (ella te aplastará) está tomado de la Vulgata, Génesis 3, 15, dónde Dios promete la victoria de la Virgen María sobre el dragón.

¿Hay algo más que quisiera agregar?

Conservemos la fe, la esperanza y la caridad. No hay que dudar y hay que pedir eso a Dios y a nuestra Señora, que nos mantengan en esas virtudes.

Padre, agradecemos profundamente a Dios,  a su Santísima Madre, y a San José Protector de la Iglesia, por esta gracia tan grande. Pedimos por usted para que Dios lo conserve y lo guarde. Le agradecemos a usted por haber aceptado tan tremenda carga y a Monseñor Williamson por haberlo consagrado como sucesor de los Apóstoles. Deo Gratias!


English 
Translated by Michael cruzadoparalaverdad@gmail.com


Exclusive Interview with Fr. Faure


How about a little history to begin, Father, how did you get to know Tradition and Archbishop Lefebvre?

In 1968, while in Argentina, I visited the Archbishop of Paraná, who told me: "Do you want to defend Tradition? In the Council I defended Tradition together with a brave Bishop, a friend of mine, Archbishop Lefebvre."  It was the first time I had heard of Archbishop Lefebvre.  I went to look for Archbishop Lefebvre in Switzerland in 1972, and during Holy Week was went I first met him there.

Where were you born? Why were you living in South America?

I was born in Algeria and my family, after the independence, acquired a plot of land in Argentina, close to Paraná. My family was deported from Algeria because the French government seceded power to the militant Moslems that committed horrendous massacres during the course of the process of the independence. My grandparents, parents and uncles worked in agriculture there since 1830.

Returning to the story, how your apostolate in the Society come about?

Archbishop Lefebvre ordained me in 1977 in Econe, and 15 days later I went with him on a trip through the southern United States, Mexico (where the government refused our entry), Colombia, Chile, and Argentina.  The Archbishop put me in charge of starting an apostolate in this region.  During the first year 2 Argentinian priests helped me and the following year another Spanish priest (of the Society).  After this the South American district of the United States was formed as was my position and responsibility and I began to preach retreats as far north as Mexico. The first year there were 12 vocations that were put in the Priory of Buenos Aires that was in a large enough house.  Following this, around 1980, the seminary in La Reja (Buenos Aires) was built, where Archbishop Lefebvre put me as rector.  I stayed there until 1985, when I was named superior of the District of Mexico.  That was when they built the churches in Mexico City and Guadalajara.  I looked after the country and its distinct places together with Frs. Calderon, Angles, and Tam.  Later I was in France for some years.  After all of this I was named as professor of history in the Seminary in Argentina and I was there until the expulsion of Bishop Williamson from Argentina (2009).

Did Archbishop Lefebvre confide in you?

Archbishop Lefebvre gave me free access to his mail and correspondence and he put me in charge of certain records.  He had a certain kind of trust for me: in 1977 in Albano he asked me what I thought about consecrations.  In this opportunity he confided in me that "they are waiting for me" (the rector in Econe and the professors).  They would suggest accepting the New Mass and the Council in order to preserve the Tridentine Mass.  They said to him: " now we are confronted with Rome. If we conserve the Mass (Traditional) we must accept the Council."  They tried to persuade the Archbishop to retire in a beautiful house in Germany, but he told them that they were free to leave if they wanted to.  He got rid of them. 

Is it true that Archbishop Lefebvre asked you to accept being consecrated a bishop?

In 1986, while on a visit to Econe, he called me aside after a meal and asked me if I would accept being consecrated a bishop.  Knowing what happened, I suppose I must accept. 

Then you did not accept?

I told him that it seemed to me that Bishop De Galerreta would be the most adequate. 

Can you summarize what happened in 2012?

In that year we were very close to an accord and it failed at the last moment, probably, because of the issue with Bishop Williamson.  The deal failed because of that matter and the letter of the three bishops.  Both of these caused the deal to fail. 

It is said that the key to the ad intra strategy of Bishop Fellay is the backside of the General Chapter.  Can you tell us something about this?

The General Chapter was very well prepared by Bishop Fellay and the they (the accordistas) accomplished their objectives.  That was when I had understood what Archbishop Lefebvre and his friends felt like in the Second Vatican Council.  Bishop Fellay had taken the decision of a policy of getting close to Rome and he had fixed it in order to have the the general support of the Chapter in expelling Bishop Williamsom, who was the only one capable of obstructing this policy. 

According to your judgement, what should be the conditions required to make a deal with Rome?

Archbishop Lefebvre told us that while there were no real changes in Rome a deal would be impossible, because these people were not loyal, and one cannot intend to change one's superiors.  It is the cat that chases the mouse and not the mouse that chases the cat.  A deal would be equal to handing over oneself to the modernists, and consequently, it must be absolutely refused.  It is impossible.  We must wait for God's intervention. 

Can you tell us what you think the visits of evaluation of various modernist prelates to the Seminaries of the Society?  Is it true that once Archbishop Lefebvre received some prelates? What is the difference now?

It dealt with exceptional visits during which Cardinal Gagnon never had the possibility of defending the Council, while on the other hand now it deals with the first steps of a reintegration (of the Society) into the conciliar church. 

What do you think about an eventual unilateral recognition on the part of Rome to the Society?
It is a trick.

Between the 2006 chapter and the crisis started in 2012 certain changes are observed and attitudes of the authorities of the Society Of St. Pius x in respect to Rome? What is the reason for this change?

It is the decision of this appears to be reintegrated into the conciliar church. Since 1994 or 1995 there were some context with GREC that were significant steps towards a reconciliation, like what had been seen with the ambassador Perol (represents tatie of France in Italy) who is the inventor of the lifting of the excommunications (2009) and the Motu Proprio (2007). That must have had another relative act of recognizing the Council. 

What would Archbishop Lefebvre do in the current situation?

He would follow in the line that he indicated to us after the consecrations, doing away completely with the possibility of a deal.

If in the future you were invited to go to Rome and speak with the pope would you go? What would you say?

First, I would consult with all of my friends in the resistance.  I would go with Bishop Williamson and the other excellent priests that accept the combat of the resistance with much valor.  And I would keep all of our friends well-informed with all transparency. 

Bishop Fellay has said that the Society is in agreement with 95% of the Second Vatican Council. What do you think of this?

Archbishop Lefebvre answered that all of the Council is invaded by a subjectivist spirit that is not Catholic. 

Is Francis, being an effective devastation of the Church and objective destroyer of the Faith, a true pope?

In my opinion, it cannot be said that Francis is worse than Paul VI, who was who put the Church on the wrong course, and so we must conserve the attitude that was the same of Archbishop Lefebvre, a prudential attitude that excluded sedevacantism.  Archbishop Lefebvre always refused to ordain a seminarian that was sedevacantist.  And that was the policy in the SSPX until his death.  So don't let it be said that the Archbishop did this or said that.

What is the state of the process of your expulsion  from the Society?

The last news that I had heard was by chance a second warning in an email. After tomorrow, therefore, the Society of St. Pius X will again have 4 bishops!  They better throw me out quickly. Deo gratias!

This decision of consecrating a bishop must've been thought about and meditated during much time. Just like Archbishop Lefebvre, you, Bishop Williamson and the priests of the resistance have not wanted to collaborate in the destruction of the Church.  It is for conserving the faith intact that they have persecuted you all, condemning you all and calumniating you all many times.  Your episcopal consecration could run the risk of resulting in an alleged excommunication. What were the principal reasons for bringing about this consecration?

The main reason is that that we cannot leave the resistance without bishops. Just like Archbishop Lefebvre said, Catholic bishops are indispensable for the conservation of the true doctrine and faith and the sacraments.

Archbishop Lefebvre thought of you in the consecration of bishop and now Bishop Williamson is finalizing this wish. What will be your main concern?

Maintaining the strength of the work of Archbishop Lefebvre and the way that he had went, without deviating too much to the right or to the left. 

Where will your place of residence be?

In France where we have been thinking about opening a seminary close to the Dominicans of Avrille.

Would you like to say any words to the priests and faithful that are still under the structure of the society but that are not satisfied with the liberal ways in the last years?

That they return to read into meditate upon the texts of their founder.

Can you explain to us the essential of your coat of arms?

In the sensual is the lamb of apocalypse and Alpha and the Omega the lamb of god that takes away the sins of the world announced by Isaiah. The hearts are symbols of the Vendeé martyrs and the revolution and the flor de lis is the emblem of Catholic France.  The motto, ipsa cónteret (she will crush you) is taken from the Vulgate, Genesis 3, 15 where God promises the victory of the Virgin Mary against the dragon.

Is there anything more you would like to add?

We conserve Faith, Hope, and Charity.  There is nothing to doubt and we must beg of God and Our Lady that we are maintained in these virtues.


Father, we greatly thank God, His Most Holy Mother, and Saint Joseph protector of the Church for this great grace. We ask of God that he may protect and conserve you. We thank you for having accepted this tremendous position and Bishop Williamson for consecrating you as one of the successors of the Apostles.  Deo Gratias!