sábado, 18 de octubre de 2014

SAN ISIDORO DE SEVILLA – DE LA FE





No podemos alcanzar la verdadera felicidad sino mediante la fe; mas es feliz el que con rectitud de fe lleva una vida santa y que con vida santa conserva la rectitud de la fe.


Como de nada aprovecha la fe que se mantiene de palabra, pero no se cree de corazón, así de nada ha de aprovechar la fe que se mantiene en el corazón, si no se pregona con palabras. En efecto, a causa de esta fe recrimina a algunos el profeta cuando dice: Ha perecido la fidelidad, ha desaparecido de su boca (Jer. 7,28). Pues la fe que se cree con el corazón, se proclama con la confesión de la boca para la salud (Rom. 10,10).


Los hombres carnales buscan la fe no como una virtud del alma, sino como un beneficio temporal. Por lo cual dice el Señor: Me andáis buscando no porque visteis milagros, sino porque comisteis los panes (Jn. 6,26).


Algunos, en defensa de la fe, persiguen incluso a los herejes, pero desprecian con insolencia a los fieles que están en el seno de la Iglesia. Refutan, es cierto, a los enemigos de la fe a causa de la infidelidad, pero oprimen a los fieles con el peso de la soberbia.


Cap. XLV Lib. III Sentencias.