martes, 25 de marzo de 2014

IN MEMORIAM: 23 ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE MONSEÑOR MARCEL LEFEBVRE.-




Viendo la triste situación en la que se encuentra la Fraternidad, la cual, traicionando a su fundador, desea un “reconocimiento” por parte de la Roma conciliar, por parte de los enemigos de la Iglesia, y confunde tristemente la verdadera Iglesia Católica con la Roma conciliar, les ofrecemos extractos de esta conferencia de Monseñor Lefebvre de junio de 1978, como un tributo al 23 aniversario de su fallecimiento. ¡Gracias Monseñor!

Monseñor Lefebvre:
«Al contrario, creo que en el próximo encuentro, o antes del próximo encuentro, si me piden verdaderamente ese coloquio, soy yo quien plantearía las preguntas. Yo soy quien los interrogaría, para decirles: ¿A qué Iglesia pertenecen ustedes? ¿A qué Iglesia nos referimos –quisiera saber- si nos referimos a la Iglesia Católica o a otra Iglesia, a una Contra-Iglesia, a una falsificación de Iglesia?... yo creo sinceramente que se trata de una falsificación de la Iglesia y ya no la Iglesia católica. ¿Por qué? Porque ellos ya no enseñan la fe católica. Ya no defienden la fe católica. Y no solamente no enseñan la fe católica ni la defienden, sino que enseñan otra cosa, ellos han convertido a la Iglesia en otra cosa que no es la Iglesia católica. Ya no es la Iglesia católica. Están sentados en la sede de sus predecesores, todos esos cardenales que están en las congregaciones y todos esos secretarios que están en las congregaciones o en la Secretaría de Estado; ellos están bien sentados donde estuvieron sus predecesores, pero no tienen continuidad con sus predecesores. Ya no tienen la misma fe, ni la misma doctrina, ni la misma moral que sus predecesores.”

«Entonces ya no es posible. Y principalmente, su más grave error es el ecumenismo. Ellos enseñan un ecumenismo que es contrario a la fe católica.

Y yo diría: ¿Qué piensan ustedes de los anatemas del Concilio de Trento? ¿Qué piensan ustedes de los anatemas de la Encíclica “Autorem Fidei” sobre el Concilio de Pistoya? ¿Qué piensan del Syllabus? ¿Qué piensan de la Encíclica “Immortale Dei” del Papa León XIII? ¿Qué piensan de la “Carta al Sillon Por el Papa San Pío X? ¿De la Encíclica Quas Primas del Papa Pío XI, de « Mortalium Animos » justamente del Papa Pío XI contra el ecumenismo, de este falso ecumenismo ? y así seguiría… ¿Piensan ustedes todo eso? ¡Que me respondan! Que me respondan si todavía están de acuerdo con todos estos documentos de los papas, con todos estos documentos oficiales que definen nuestra fe. No son documentos cualesquiera, no son alocuciones o conversaciones privadas de los papas, son documentos oficiales que comprometen la autoridad del papa. ¿Entonces?...”

Creo que podemos, e incluso debemos creer que la Iglesia está ocupada. Ella está ocupada por esta Contra-Iglesia. Por esta Contra Iglesia que conocemos bien y que los papas conocieron perfectamente, y que los papas han condenado a lo largo de los siglos. Desde hace cuatro siglos, la Iglesia no ha cesado de condenar esta Contra-Iglesia que nació con el protestantismo sobre todo, que se desarrolló con el protestantismo y que es el origen de todos los errores modernos que destruyeron toda la filosofía y que nos llevó a todos esos errores que conocemos y que los papas han condenado: liberalismo, socialismo, comunismo, modernismo, sillonismo y qué se yo. Y estamos muriendo. Los papas hicieron todo para condenar esos errores. Y ahora aquellos que están en las sedes de quienes condenaron los errores, están de acuerdo prácticamente con el liberalismo y con el ecumenismo. No podemos aceptar esto”.

«Entre más se aclaran las cosas, más nos apercibimos que este programa, que ha sido elaborado en las logias masónicas –todo este programa, todos esos errores que han sido elaborados en las logias masónicas- nos apercibimos lentamente y con precisiones cada vez más grandes, que simplemente hay una logia masónica en el Vaticano. Y que ahora cuando uno se encuentra ante un secretario de congregación o un cardenal que se encuentra sentado en su sede o en una oficina donde antes estuvieron santos cardenales, cardenales que tenían la fe de la Iglesia y la defendían, y que eran hombres de Iglesia, ahora nos encontramos ante un masón!”.

« Entonces ¿es la misma cosa? Ellos blanden la misma obediencia. Sí, anteriormente se nos decía que obedeciéramos a la fe, se nos hacía prestar el juramento antimodernista, se nos hacía hacer profesiones de fe y todo eso, pero ahora, estas personas ¿qué fe nos piden profesar? Ya no es la misma. Se enarbola siempre la obediencia, obediencia, obediencia. Sí, obediencia a la Iglesia, sí. Obediencia a lo que la Iglesia siempre ha mandado ¡sí! Pero obediencia a la masonería ¡no! Ustedes saben que no.

Últimamente se me han presentado documentos que parecen ser completamente verídicos, estos documentos muestran la correspondencia entre Bugnini y el gran maestro de la Masonería sobre toda la reforma litúrgica, en la cual el gran maestro pide a Bugnini de aplicar la reforma del famoso Roca, el sacerdote apóstata que había predicho todo lo que debía hacerse y previó lo que debería hacerse cuando el Vaticano fuera ocupado por la masonería: -Esto es lo que se debe hacer. Y entonces el gran maestro le pide a Bugnini aplicarlo. Y el gran principio: hay que llegar a la “naturalizatione del Incarnatione”, es decir, desnaturalizar la Encarnación.

Entonces se llega al naturalismo. Hay que aplicar los principios de la lengua vernácula, de la multiplicidad de ritos, de la multiplicidad de la liturgia para que la liturgia se vuelva completamente confusa y llevar la confusión por todas partes, y las oposiciones entre los diferentes ritos. Bugnini respondió que estaba completamente de acuerdo con eso, pero que haría falta cierto tiempo. Se necesitarán probablemente diez años, pero en el espacio de estos diez años esto llegará, y que con la confianza que le profesa particularmente el cardenal Lercarro e incluso el Papa Paulo VI, con esta confianza que él tiene está asegurado el poder llegar a estos fines. Y el nombra todos aquellos con los que trabajará en la curia romana, todos aquellos que, también, tienen lazos con la masonería, entonces él podrá trabajar con ellos. Pero se necesitará ubicar a algunos, es necesario que todas las congregaciones estén más o menos infiltradas por los miembros de la masonería que nombró: fulano, fulano, fulano… habrá que perseguir a quien nos moleste, a quien esté contra nosotros, habrá que sacarlos fuera. Hay que suprimir la congregación de ritos- eso es lo que pone- pero no es la congregación de ritos, es la congregación de los sacramentos. Él logró suprimir la congregación de sacramentos para poner todo bajo la congregación de ritos, por consecuencia, poner todo bajo su autoridad. Todo eso se ha dicho en las cartas del gran maestro de la masonería, entonces, ¿qué quieren?

¿La obediencia? ¡Ah no, que no nos hablen de obediencia!

Queremos obedecer, por supuesto. Nosotros somos los más obedientes a la Iglesia y a todo lo que la Iglesia siempre enseñó, lo que siempre quiso, pero no a los hombres que trabajan para la destrucción de la Iglesia en el interior mismo de Ella. El enemigo está en el interior de la Iglesia. El papa Pío X lo anunció, la Salette lo anunció, Fátima lo anunció. Todo ha sido anunciado de manera pública. Se sabía que el enemigo iba a introducirse en el interior de la Iglesia. Pues bien, ya está allí, ya está allí”.