martes, 25 de febrero de 2014

MEDITANDO EN LA SINAGOGA O LA DISOLUCIÓN JUDAIZANTE DE LA IGLESIA QUE CONTINÚA ACELERADAMENTE FRANCISCO



¿Cómo encontrar la paz? Sentarse en una sinagoga, cerrar los ojos, respirar profundo, escuchar una música suave, y allí aparecerá la ansiada paz (minuto 11). Entonces sí, se escucharán cosas como que “tenemos que recuperar el judaísmo de Jesús”, o al rabino Bergman que niega que Jesús sea el Cristo, ante el silencio cómplice del miserable apóstata Víctor “Tucho” Fernández, hecho Arzobispo de Tiburnia por su anterior jefe Bergoglio. Incluso un musulmán canta una plegaria dentro de la Sinagoga: todo bien. Es todo lo mismo. Cada uno cree lo que quiere y tiene la religión que desea, que no es otra que la del Nuevo orden Mundial. Por supuesto que hay aplausos y una ovación estruendosa de la concurrencia para el revolucionario masón Juan Pablo II y el deseo de que sea “santo ya” (minuto 55). “Es mucho lo que nos une, es poco lo que nos separa”, dice al comienzo un rabino veterano. Por supuesto, apenas nos separa Jesucristo, “poca cosa”. Y “Tucho” confesará al rabino-político Bergman: “Recibo tu bendición que para mí es tan importante”. Y también esto que ya en su momento se ha destacado pero no viene mal reiterar: “Ambos esperando que el Mesías venga a instaurar su reino, si bien para algunos es la primera venida y para otros la segunda”, al fin y al cabo es lo mismo, no? Claro, si hasta para chistes estaba don “Tucho”: “Chiste judío: si el Mesías ya llegó, miren cómo anda el mundo y díganme en qué se nota”. Todo esto y más en la presentación (video) del libro del rabino Sergio Bergman sobre Francisco, allá por noviembre del 2013 en la Sinagoga mayor de Buenos Aires. Acorde con esto, llegarían más tarde las acomodaticias declaraciones del Padre Bouchacourt, para no enervar a estos grandes amigotes de Francisco, el papa N° 1, pues se nos dice que hay en Roma dos. El mundo ríe, la sinagoga exulta pero Cristo vuelve a ser crucificado. Sí, pero Cristo vuelve y pobre de aquellos que debiendo confesarlo, no hacen otra cosa que negarlo una y otra vez, públicamente y en medio de sus enemigos.




Mons. Tucho Fernández "medita" en la Sinagoga.

Todo el mundo a cerrar los ojos y alcanzar la paz. La expresión facial de Mons. Tucho no parece muy acorde con el momento.

Entre la gente bien que asistió, pudo verse al jefe político de Bergman, Mauricio Macri (Jefe de Gobierno de la Ciudad de Bs. As.) y Rodriguez Larreta (Jefe de Gabinete), expertos en defender la corrupción moral. Se los vio un tanto aburridos, hay que decirlo.

Otro personaje que dijo presente: Carlos Kunkel, actual diputado kirchnerista y otrora terrorista de la banda Montoneros que asoló el país en los años '70.

El padre Gianetti, compungido, se disculpa por lo ocurrido en aquella noche de los incidentes en la Catedral porteña, cuando fue interrumpida la celebración interreligiosa. A su lado un representante musulmán acompaña la situación.

Interior de la Sinagoga porteña donde se consumó el acto celebratorio de las virtudes de Francisco.