sábado, 3 de agosto de 2013

TÉCNICAS DE SUBVERSIÓN, POR MICHAEL DE AVEC L'IMMACULÉE


Los franciscanos de la Inmaculada.



El Padre Régis de Cacqueray, el 2 de julio de 2013, en un fax enviado a los priores de Francia, evoca el posible acuerdo práctico de la FSSPX con Roma: “Las circunstancias serían estudiadas minuciosamente para ver si es prudente hacerlo o no para contribuir al bien de la Iglesia”.

Noten ustedes que el Padre de Cacqueray es fiel al capítulo del 2012, lo que después de todo es lógico. Pero los fieles no tienen por qué participar en una FSSPX que examinaría las condiciones para venderse a los modernistas. Las circunstancias serían estudiadas minuciosamente –nos asegura el Padre. Cuando vemos la minucia de Monseñor Fellay que reconoció la legitimidad de la nueva misa en la declaración del 15 de abril de 2012, o la minucia de Monseñor de Galarreta para quien la mayoría es el criterio de la verdad (“De todas maneras, haremos lo que la mayoría piense”) podemos tener sudores fríos. Yo no veo cómo un sacerdote celoso de la FSSPX, pudiera construir su vida sobre esta arena, teniendo miedo cada mañana de levantarse ya adherido a Roma, en pensamiento o en acción.

Imaginemos que la FSSPX sea “muy prudente”, que estudie “minuciosamente” las condiciones y que se concluya el acuerdo. He aquí cómo, en algunos meses, la FSSPX sería quitada de en medio:

El principio de la subversión es el siguiente: un pequeño grupo más liberal de la FSSPX se constituye y reclama mejoras (por ejemplo, confirmaciones por el obispo local, cf. Padre Mercury, derecho de asistencia a la misa crismal del obispo diocesano, etc). La dirección de la FSSPX se niega. Se hace un llamado a Roma. Como hubo acuerdo, hubo transferencia de autoridad. Roma resuelve en un sentido modernista. Listo.

Primer ejemplo reciente: el caso de los Franciscanos de la Inmaculada.

Es una comunidad italiana conciliar muy dinámica. Cuenta con rama masculina y femenina, las vocaciones son numerosas y jóvenes y está implantada en varios continentes, con una misión, entre otras, en Argentina. Esta comunidad propone una espiritualidad más tradicional y celebra frecuentemente la misa según el rito antiguo.

Esto es precisamente lo que ha sido impugnado por un puñado de disidentes internos. Estos hicieron un llamado a las autoridades vaticanas para quejarse de la excesiva propensión de su congregación a celebrar la misa según el rito antiguo, lo que tendría por consecuencia crear exclusiones y oposiciones en el seno de las comunidades, socavar la unidad interna y, peor aún, de debilitar el “sentiré cum Ecclesia” más general.

Las autoridades vaticanas reaccionaron enviando, hace un año, un visitador apostólico. Y ahora he aquí que un comisario fue nombrado a la cabeza de todas las comunidades de la congregación de los Hermanos Franciscanos de la Inmaculada. El Papa Francisco, en un decreto del 11 de julio ordena: “Además de lo que ha sido indicado aquí arriba, el Santo Padre Francisco ha decidido que todos los religiosos de la congregación Hermanos Franciscanos de la Inmaculada están obligados a celebrar la liturgia según el rito ordinario”.

Evidentemente, esta prohibición contradice el famoso Motu Proprio de Benedicto XVI, pero como el decreto es objeto de una aprobación del Papa bajo una forma específica, el recurso jurídico no se ha admitido. Los Franciscanos de la Inmaculada deberán conformarse a la prohibición de celebrar la misa según el rito antiguo a partir del domingo 11 de agosto de 2013.

Listo.

Y decir que es sobre este género de comunidades que el Padre du Chalard y Monseñor Fellay se apoyan para afirmar que las cosas cambiaron en Roma. ¡Qué juicio tan imprudente y ridículo! Y tuvieron las acciones de Benedicto XVI bajo sus ojos:

– 21.10.2007 : Reunión interreligiosa de Nápoles ;
– 28.04.2008 : Visita de la sinagoga de New York ;
– 15.07.2008 : J.M.J. de Sydney con su liturgia “inculturada” y sus rituales paganos;
– 12.05.2009 : Visite de la cúpula de la Mezquita Jerusalen;
– 12.05.2009 : Ritual judío en el Muro de los Lamentos;
– 17.01.2010 : Visita a la sinagoga de Roma;
– 14.03.2010 : Participación activa en un culto luterano en Roma;
– 01.05.2011 : Beatificación de Juan-Pablo II;
– 27.10.2011 : Reiteración del escándalo de Asís;
Etc.

Segundo ejemplo: la Fraternidad San Pedro:

Es el mismo escenario: un grupo de sacerdotes (antiguos miembros de la FSSPX) desean ser bi-ritualistas y formulan reivindicaciones liberales. Negativa de los Superiores, apelación a Roma. Nombramiento de un “comisario”, etc.

Tercer ejemplo: El Instituto del Buen Pastor:

El Instituto del Buen Pastor es una comunidad adherida a Roma, fundada por el Padre Laguérie, antiguo cura de San Nicolás, unido al Padre Aulagnier, antiguo superior del Distrito de Francia y antiguo Asistente del Superior general (lo que demuestra cómo los más altos responsables de la FSSPX pueden equivocarse). Esta comunidad obtuvo el derecho de criticar el concilio Vaticano II. Pues bien, ella está actualmente desgarrándose mutuamente. ¿Y a quien encontramos trabajando este asunto, nombrado por Roma? El Padre Poquet de Haut-Jussé, miembro eminente del GREC, fundado entre otros, por el Padre Lorans de la FSSPX.

Don Stefano Carusi, del IBP, se dio cuenta de los procedimientos implementados por Roma que no respetaban el derecho: “Este procedimiento  pisotea la voluntad de nuestro Capítulo” “y se revela completamente irrespetuoso de nuestros estatutos, aprobados por la Santa Sede apenas en el 2006, que no prevén tal procedimiento”. “Roma no se molestó en tomar precauciones y el bello acuerdo negociado no es más que un trozo de papel”.

Conclusión

Por definición no hay un buen acuerdo con un Papa modernista: un acuerdo, es una transferencia de autoridad, un acuerdo con un Papa modernista es malo por definición.

Si no recordamos eso, se pone la fe en peligro. Y eso, ni el Padre de Cacqueray, ni Monseñor Tissier lo han recordado. Recordarlo es desafiar al capítulo de la FSSPX del 2012 y sus 6 condiciones previas a un acuerdo.



San Hermenegildo, ruega por nosotros.