domingo, 16 de junio de 2013

PENSAMIENTOS DE GILBERT K. CHESTERTON





“Cuando las cosas andan realmente mal, ya no se necesita al hombre práctico, sino al contemplativo”.


“Los enigmas de Dios son más satisfactorios que las soluciones de los hombres.”


“El problema de las mentes cerradas es que suelen ir acompañadas de bocas abiertas”.


“El pesimismo no consiste en estar cansado del mal, sino en estar cansado del bien”.


“Si un hombre sólo quiere victoria debe llegar siempre tarde a las batallas. Para el hombre de acción sólo hay idealismo”.


“Cuando eliminamos a Dios, el gobierno se convierte en dios”.


“La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta.”


“No es que los hombres se hayan cansado del cristianismo, es que nunca encontraron cristianismo suficiente para hartarse de él.”


“Lo que amarga al mundo no es el exceso de crítica sino la falta de autocrítica”.


“El feminismo está mezclado con la confusa idea de que las mujeres son libres al trabajar para sus empleadores, pero esclavas cuando ayudan a su marido”.


“Loco no es el que ha perdido la razón, sino el que ha perdido todo menos la razón”.


“Los locos siempre son serios; enloquecen por falta de humor”.


“Si sólo tuviera un sermón que predicar sería un sermón contra el orgullo”.


“No hay cínicos, no hay materialistas. Todo hombre es un idealista, sólo que sucede con demasiada frecuencia que tiene un ideal equivocado”.


“Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcetines con nuestros pies?”.


“La edad de oro retorna a los hombres cuando, aunque sólo sea momentáneamente, se olvidan del oro”.


“La Biblia nos enseña a amar al prójimo y a amar a nuestros enemigos: probablemente porque se trata de la misma gente”.


“Es absurdo que el evolucionista se queje de que es impensable que un Dios reconocidamente impensable haya hecho todas las cosas de la nada, y luego pretenda que es más razonable que la nada pueda transformarse a sí misma en algo”.


“Si no hubiera Dios no habría ateos”.


“La iglesia nos pide que al entrar en ella nos quitemos el sombrero, no la cabeza”.


“Si no logras desarrollar toda tu inteligencia, siempre te queda la opción de hacerte político”.


“El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia”.


“Una cosa muerta puede ir con la corriente, pero sólo algo vivo puede ir contra ella”.


“Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera”.


“La obra de un hombre bueno se realiza en lo que hace; la de una mujer, siendo lo que es”.


“La única educación eterna es esta: estar lo bastante seguro de una cosa para decírsela a un niño”.


“El hombre puede ser un escéptico sistemático; pero entonces no puede ser ya ninguna otra cosa; y ciertamente tampoco un defensor del escepticismo sistemático”.


“La respuesta a cualquiera que hable de "exceso de población" es preguntarle si él mismo es parte de ese exceso de población, o si no lo es, cómo sabe que no lo es”.


“El hombre que tiene fe ha de estar preparado, no sólo a ser mártir, sino a ser un loco”.


“Para poder disfrutar de la broma más sutil y alada, el hombre debe estar arraigado a cierto sentido básico del bien de las cosas; y el bien de las cosas significa, por supuesto, la seriedad de las cosas”.


“El alma de un hombre está llena de voces, como un bosque. Hay allí diez mil lenguas, como las lenguas de todos los árboles. Fantasías, locuras, memorias, excentricidades, temores misteriosos, más misteriosas esperanzas. Todo el ordenamiento y sano gobierno de la vida consiste en llegar a la conclusión de que algunas de esas voces tienen autoridad y otras no”.


“No queremos una Iglesia que se mueva con el mundo; queremos una Iglesia que mueva al mundo”.


“Las personas estamos diseñadas para llevar a cabo una conducta coherente entre lo que pensamos y lo que hacemos, y esa deseable coherencia nos obliga a pagar un elevado precio por las incoherencias de nuestros actos. Un precio en forma de sufrimiento moral o psicológico”.


“EL arte, como la moral, consiste en dibujar un límite en alguna parte”.


“De alguien decimos que se deja llevar por el sentimentalismo cuando es un esclavo de asociaciones mentales y no sabe aplicar principios e ideas coherentes a las distintas situaciones de la vida, cuando se deja llevar por un favoritismo inconsciente y por prejuicios frívolos. Es el caso de quien dice que los juramentos de un obrero son una profanidad y una indecencia, pero los de un hombre poderoso pertenecen a su vida privada; o el de quien sostiene con firmeza que los ladronzuelos han de ser duramente castigados pero no afirma lo mismo de los especuladores. Es el caso de quien cierra sus ojos a la fealdad, no el que mira la fealdad a la cara y la llama por su nombre. Es el caso de algunos tipos de anarquistas: del plutócrata, a quien le gusta la anarquía porque en la anarquía el orgulloso y el codicioso siempre ocupa la cima; del que se tiene a sí mismo por un idealista superior, también porque así no está obligado a someterse a la autoridad de nadie, ni siquiera a la autoridad de sí mismo cinco minutos antes; del capitalista al que no le gusta la ley y la llama socialismo; o del cascarrabias al que tampoco le gusta y la llama dogma. En definitiva, están dominados por el sentimentalismo aquellos a los que no les gusta la idea de cualquier regla inteligible que se pueda aplicar por igual a todos los casos”.


“Los judíos cosmopolitas que son los Comunistas del Este no hallarán tan difícil el hecho de llegar a un trato con los judíos cosmopolitas que son los Capitalistas del Oeste. Los judíos occidentales estarían dispuestos a admitir un socialismo nominal. Fue el mismo líder bolchevique quien dijera: “Rusia es de nuevo un país capitalista”. Mas quienquiera que haga el trato, y cualquiera sea su preciso carácter, su sustancia será servil. Será servil en el único sentido racional y confiable; que es un arreglo por el cual se asegura sustento y cobijo a una masa de hombres, a cambio de sujetarse a una ley que los obliga a seguir trabajando. Desde luego, no se le llamará Estado Servil; es muy probable que se le llame Estado Socialista. Pero nadie parece darse cuenta cuán extremadamente cerca están de él todos los países industriales. Puede que en cualquier momento aparezca bajo la sencilla forma de arbitraje forzoso; pues el arbitraje forzoso que recae sobre empleados privados es por definición esclavitud. Cuando los trabajadores reciben pago por desempleo, y al mismo tiempo despiertan cada vez más irritación por declararse en huelga, puede que parezca muy natural que se les pague por desempleo de forma definitiva y se les prohíba la huelga de forma definitiva; y la combinación de estas dos cosas es por definición esclavitud”.